
Vagabundos del Dharma, de Jack Korouac
“Cuando descubrí el budismo de repente sentí que había vivido otra vida anterior hacía innumerables años, y ahora, debido a faltas y pecados de esa vida, se me había degradado a un tipo de existencia más penoso y mi karma era nacer en Norteamérica, donde nadie se divierte ni cree en nada, y, menos que nada, en la libertad.”
Vagabundos del Dharma. cap. VII
Jack Kerouac, considerado el más emblemático representante de la llamada Generación Beat, expone en esta obra su acercamiento al budismo y a la primera ley del Sakyamuni (la vida es sufrimiento). Ray Smith, seudónimo de Kerouac, describe sus disparatadas hazañas con el poeta y estudioso de textos orientales Gary Snyder, quien personificará en la historia al lunático budista zen Japhy Ryder.
Ambos decidirán ascender el monte Matherhorn después de leer un poema de Han Shan sobre los beneficios de una mente pura, estado donde es posible la supresión del dolor. Posteriormente Ray Smith se aventurará al Pico Desolación, lugar donde practicará arduamente el Dharma (Sendero para obtener la iluminación) aislado de toda clase de distracciones; logrando en períodos lucir más vanidoso y miserable.
Los sucesos están envueltos en un aire ligero que en momentos evoca la sutileza de la poesía china, haciéndose valer de distinguidos elementos que rememoran la comunión con la naturaleza en la cima de altas montañas, el autostop a través del oeste norteamericano, Yabyum (descabelladas orgías de amor libre zen), marihuana, vino y la vida simple que caracteriza a esta generación ante el complejo ritmo americano.
Vagabundos del Dharma es la expresión que utilizará Kerouac en esta obra, de carácter semi autobiográfico, para describir su eterno errar en el continuo surgimiento en sucesión de la conciencia y los factores mentales junto con la materia (Samsara).
Aunque anclado a sentimientos pocos substanciales, Vagabundos del Dharma es una obra enérgica que vale la pena por su brisa revitalizarte y sugerente espontaneidad ante el tedio humano.
Libro recomedado por Ángel Saavedra.
“Cuando descubrí el budismo de repente sentí que había vivido otra vida anterior hacía innumerables años, y ahora, debido a faltas y pecados de esa vida, se me había degradado a un tipo de existencia más penoso y mi karma era nacer en Norteamérica, donde nadie se divierte ni cree en nada, y, menos que nada, en la libertad.”
Vagabundos del Dharma. cap. VII
Jack Kerouac, considerado el más emblemático representante de la llamada Generación Beat, expone en esta obra su acercamiento al budismo y a la primera ley del Sakyamuni (la vida es sufrimiento). Ray Smith, seudónimo de Kerouac, describe sus disparatadas hazañas con el poeta y estudioso de textos orientales Gary Snyder, quien personificará en la historia al lunático budista zen Japhy Ryder.
Ambos decidirán ascender el monte Matherhorn después de leer un poema de Han Shan sobre los beneficios de una mente pura, estado donde es posible la supresión del dolor. Posteriormente Ray Smith se aventurará al Pico Desolación, lugar donde practicará arduamente el Dharma (Sendero para obtener la iluminación) aislado de toda clase de distracciones; logrando en períodos lucir más vanidoso y miserable.
Los sucesos están envueltos en un aire ligero que en momentos evoca la sutileza de la poesía china, haciéndose valer de distinguidos elementos que rememoran la comunión con la naturaleza en la cima de altas montañas, el autostop a través del oeste norteamericano, Yabyum (descabelladas orgías de amor libre zen), marihuana, vino y la vida simple que caracteriza a esta generación ante el complejo ritmo americano.
Vagabundos del Dharma es la expresión que utilizará Kerouac en esta obra, de carácter semi autobiográfico, para describir su eterno errar en el continuo surgimiento en sucesión de la conciencia y los factores mentales junto con la materia (Samsara).
Aunque anclado a sentimientos pocos substanciales, Vagabundos del Dharma es una obra enérgica que vale la pena por su brisa revitalizarte y sugerente espontaneidad ante el tedio humano.
Libro recomedado por Ángel Saavedra.